Amistad
“Que cosa mas grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo"?
Ciceron
“Que cosa mas grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo"?
Ciceron
Un tipo se va, entra, sale, vuelve a entrar, vuelve a salir y vuelve a entrar. Se detiene un paso adelante de la puerta, lo mira al otro cada vez que entra con los ojos fijos; lo quiere cagar a trompadas, correctamente, como se debe, con las dos manos cerradas. O quizas acogotarlo, asfixiarlo hasta que se ponga violeta. Pero solo le lanza una llamarada de insultos y la reconcha de tu madre pedazo de hijo de puta te voy a matar. El otro lo mira, sonrie, agacha la mirada, lo vuelve a mirar y vuelve a sonreir. El primero se enoja, se desenoja, putea, se esta por reir y vuelve a putear, que tanto culo vas a tener de meterme un gol en el minuto 90 y tomando el joystick gris se lo tira por la cabeza. El otro se cubre la cabeza y tapa el golpe con la mano derecha, se sigue riendo y cuando asoma nuevamente los ojos, dice: "No te olvides que tenes que pagar la coca".
Juan y Juan salen de la casa de Juan; caminan dos cuadras y se sientan en el kiosquito de la vuelta, que no esta a la vuelta de nada, o que esta a la vuelta de algun algo que ellos no saben que esta ahi a la vuelta. Piden una coca, la paga Juan. Y se la toman en vasos de plastico blancos; ridiculamente pequenios, ridiculamente finitos, ridiculamente blancos. Juan no puede dejar de lado el partido. Siempre me haces el mismo, gol, el mismo desborde; no deberian valer esos goles, aparte jugas con el Barca y yo como un pelotudo sigo eligiendo Central, que por mas jugadores que le haya comprado no tiene el funcionamiento del Barca, ni siquiera en la Play. Y Juan, del otro lado se rie. Si te escuchara el Negro decir que Central no se parece al Barca ni en la play te soltaria una diatriba de puteadas como la que me soltaste vos a mi hace un rato, como la que le solto el Tano Pasman a Pasarella y los jugadores de River. Deci que se murio. El negro digo, se murio, hace ya cuatro anios, podes creer?. Que tipo crack, el Negro, boludo, el Negro era como el Messi de los cuentos cortos, del humor, de la cultura, pensa que nacio aca nomas, que iba al Cairo, sabes lo que daria yo por poder entrar a un lugar donde estuviera el Negro? Sabes que iria todos los dias al Cairo y me sentaria cerca de la mesa de los Galanes y aprenderia todo de el, y ahora en vez de perder el tiempo rompiendote el culo a la play y hablando como un burro, estaria escribiendo un cuento, como escribia el Negro, sobre las diferencias entre el Barca y Central. Ah, pero sos canchero? Encima que me ganas de pedo, me gozas y te haces el culto, vos queres que te cague a piñas, en serio, oloroso? O queres que definitivamente me agarre a tu hermana de una vez por todas? El Juan Negro, medio que se enoja, se rie y se vuelve a enojar, pero le da un sorbo a la coca, el segundo del vaso; y se lo termina."Servime mas coca y callate, perdedor". Se joden entre ellos, todo el tiempo, se calientan pero se acompanian, pasan todo el dia juntos, juegan la revancha a la play y como no podia ser de otro modo gana Juan.
A la noche salen a comer una pizza y a mirar minas, al dia siguiente juegan la revancha de la revancha de la play y despues se van un rato a la facultad. Juntos. El Jueves se encuentran con los otros pibes, juegan un picado. En el mismo equipo. Juan juega atras, de dos, paradito entre los laterales que en el fútbol cinco no existen. Corta y lanza. Lanza pases cortos; siempre al compañero mas cercano, segun el 'el mejor ubicado'. Nunca larga. Juan se queja. "Tiramela larga, boludo. Ti - ra - me - la Largaaaa, cuantas veces me vas a hacer picar al vacio al pedo?". Y Juan no le contesta. Demasiada concentración le demanda mantenerse en el partido. La habilidad no es lo suyo. El partido termina. Termina bien. Ganan. No hay piñas. Como hace un par de semanas cuando uno de los de la 80 le pego a Juan de atras y le piso el tobillo. Y el otro Juan viniendo desde el fondo, a toda velocidad, lo emboco de lleno. En la mandíbula. Y se armo; se armo grossa. Ese dia terminaron en el hospital; pero no por la piñas sino porque el arquero se rompió los cruzados; después de la piñas en la jugada mas pelotuda del mundo.
El viernes salen y a Juan lo cubre Juan para que no lo enganche la novia mientras habla con otra mina. Es incapaz de meterle los cuernos. Pero le gusta el chamuyo. Le gusta sentir el ficticio placer de que si el lo deseara, si no tuviera novia, si no fuera el quien decide asi no hacerlo; si quisiera, a esa mina se la agarra. Y la da vuelta como una media. Y a la salida del boliche se comen un pancho, rancio pero delicioso. Un manjar de savora vencida y salchichas que han estado hirviendo por dias en agua tibia. Se comen uno, a medias; porque se quemaron toda la guita en fernet, y sino no les alcanza. Entonces cuando todavia no han bajado el pancho, o el medio pancho, empiezan a patear, por Rivadavia, tranka. Y Juan empieza, otra vez, a divagarsobre la vida y sobre el Negro Fontanarrosa y Borges y Sabina y Fito. "Y viste la que tiro Fito de los Fachos?". Pero Juan no lo escucha, el va en su mundo. El mundo de la calle. De mirar siempre alerta lo que esta pasando. Porque la calle no es joda. El lo sabe. Y sino quien lo protege al boludo este de Juan.
EL sabado a Juan se le queda el auto llendo a lo de su novia y Juan lo pasa a buscar con la moto; chocan y ninugno se va al hospital. Pero tienen que hacer la denuncia. Se van hasta la quinta, de nuevo pateando, ahora por Paraguay. Solo que esta vez tienen que cargar la moto. En esta caminata no hay charla ni divague de borracho. Los dos van callados. Juan sabe que Juan tuvo la culpa del choque pero no le dice nada. Que le va a decir si el mismo debe saber que se mando una cagada gigante. Cuando llegan a la comisaria y estan sentados en la seccional, esperando a que alguien les tome la denuncia; en el momento en que el tiempo se hace espeso y todo comienza a parecer irreal, mientras ambos estan mirando hacia abajo con las manos apoyadas en las rodillas y la cabeza casi hundida entre los brazos, Juan le pregunta a Juan. "Che, boludo, que hubiera pasado si en el choque con la moto, yo me moria?". El silencio sigue a la a y al signo de pregunta y se hace mas espeso que el tiempo de la comisaria en que estan sumergidos. Entonces, cuando aparece el comisario y los llama por su nombre, justo cuando los dos se levantan del banco de madera para entrar en la pieza contigua, Juan toma a Juan del brazo y le dice: "Que pregunta pelotuda me haces? Si vos te moris una parte de mi se muere con vos y una parte de vos se queda para siempre conmigo, no te das cuenta que vos sos yo y yo soy vos, no te das cuenta que sos, fuiste y vas a ser siempre, mi mejor amigo?"
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